LA PROPUESTA DE LA BIENAL ES REVISAR EL VERDADERO LEGADO DE LA MODERNIDAD Y EVITAR DISIMULAR SUS CONTRADICCIONES Y FRACASOS.
«LA VIDA MODERNA» PROPONE COMPROMETERSE CON LA HISTORIA Y REPARAR SU LEGADO.
La 13ª Bienal de Lyon comenzará el próximo 10 de septiembre convocada en esta edición con el lema “La vie moderne (La vida moderna)”. El encuentro, que se extenderá hasta el 3 de enero de 2016, contará con la curaduría de Ralph Rugoff y la dirección artística de Thierry Raspail.
Desde que fue creada en 1991, Raspail ha invitado a curadores a reflexionar acerca de una palabra que oficia como eje temático de un ciclo de tres bienales. En 2015 comenzará una nueva trilogía enfocada en la palabra “moderno”.
Raspail le dio esa palabra clave al curador invitado y Rugoff, quien es director de la Hayward Gallery de Londres, elaboró la propuesta para 2015: “La vida moderne”.
Bajo esta consigna, artistas de 28 países explorarán la naturaleza contradictoria de la cultura contemporánea en distintas diversas regiones del mundo y analizarán los múltiples legados de la era moderna, las nuevas percepciones del color, de las formas, de los escenarios y los problemas de la vida diaria.
Con una propuesta interactiva, el público es invitado a reflexionar e imaginar las relaciones con el presente, en un marco que tiene cierta carga de ironía ya que el título remite a un momento histórico de mayor optimismo, cuando la fe en lo nuevo, en el progreso y en la razón auguraban un futuro mejor.
En la actualidad, infinidad de acontecimientos demuestran que la razón fue superada por la imposición de la fuerza, por la “justicia” del más poderoso, por el fanatismo y la irracionalidad.
De acuerdo con Rugoff, “hoy la frase la vida moderna parece una pieza de época, una reliquia de otra era. De esa forma pone en evidencia una ambigüedad elegida, ya que decir que algo es moderno genera un aura de incertidumbre que sugiere cierta obsesión con la historia y también con el futuro. Me parece que esa ambigüedad captura el carácter cambiante de nuestras relaciones actuales con el tiempo y la historia, lo que marca un punto de partida significativo de pretensión del modernismo clásico de suprimir o disimular sus deudas con el pasado y así ocultar sus propias contradicciones internas. Hoy parece claro que no hay escape de la historia, nuestra única elección es comprometernos con ella y reparar lo que nos legó”.
La 13ª Bienal de Lyon se compone de tres exposiciones: La Vie moderne, Ce Fabuleux monde moderne y Rendez-Vous 15 y de dos plataformas: Veduta y Resonancia. Se llevará a cabo en tres locaciones de la ciudad y presentará obras y comisiones de: Michael Armitage, Kader Attia, Darren Bader, Sammy Baloji, Yto Barrada, Hicham Berrada, Camille Blatrix, Michel Blazy, Mohamed Bourouissa, Céleste Boursier-Mougenot, Nina Canell, George Condo, Alex Da Corte, Jeremy Deller, Simon Denny, Jessica Diamond , Thomas Eggerer, Cyprien Gaillard, Fabien Giraud y Raphaël Siboni, Guan Xiao, Anthea Hamilton, Él Xiangyu, Camille Henrot, Hannah Hurtzig, Cameron Jamie, Johannes Kahrs, Lai Chih-Sheng, Emmanuelle Lainé, Laura Lamiel, Liu Wei, Andreas Lolis, Magdi Mostafa, Daniel Naudé, Mike Nelson, Nguyen Thi Trinh, Otobong Nkanga, Katja Novitskova, Ahmet Öğüt, George Osodi, Anna Ostoya, Tony Oursler, Marina Pinsky, Julien Prévieux, Jon Rafman, Miguel Ángel Ríos, Ed Ruscha, Massinissa Selmani, Marinella Senatore, Avery K. Singer, Lucie Stahl, Tatiana Trouvé, Andra Ursuta, Klaus Weber, TJ Wilcox, Haegue Yang, Yuan Goang-Ming y Arsenio Zhilyaev, entre otros.
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